jueves, 25 de marzo de 2010

CUANDO PASE EL TEMBLOR


Una vez que uno intenta superar o supera esto del síndrome post-terremoto, tsunami , etc, etc. y toma conciencia de la dimensión de lo acontecido, sucede que se encuentra con situaciones varias y diferentes. Desde la vieja que sale con la biblia en la mano y se pone de rodillas en medio de la calzada, implorando al creador que aplaque su ira. Hasta el porfiado y metalizado vecino que en vez de resguardar su integridad y la de su familia, prefiere quedarse dentro de su casa afirmando el televisor de plasma que recientemente adquirió.
Es ahí, que uno realmente dimensiona lo sucedido y toma conciencia de las personas que nos rodean, ya que es muy conocido que en situaciones difíciles, surgen las verdaderas personalidades de los seres, a los cuales consideramos familiares, amigos, vecinos, conocidos, o desconocidos.
Con esto no afirmo que estamos rodeados de seres clínicamente bipolares, tripolares o cuantas polaridades pueda manifestar el ser humano, ya que si uno revisa la literatura, todos en realidad somos bipolares, es mas creo que es correcto decir que las personas que no presentan variedad de estados de animo están clínicamente muertos, ya que uno exterioriza distintos estados de animo y carácter, de acuerdo a las diferentes vivencias por las cuales pasamos. Lo complicado es cuando esto, se convierte o linda con lo patológico.
En fin a lo que iba; particularmente me toco vivir este terremoto, a cargo de una familia. Digo este terremoto ya que en mi haber llevo a plena conciencia 2 terremotos.
El primero en la entrañable Arequipa y esta en los confines del planeta (entiendase Santiago),; comparar una con otra creo que seria ocioso, ya que en esta parte de mi vida comprendo que ocurrencias como esta, son condicionadas por distintos factores (tipo de suelo, grado sismico, frecuencia, tipos de edificación , etc) pero lo particular de este terremoto es que la reacción mía fue distinta.
Recuerdo que la primera vez fue menos traumante, ya que en realidad, lo tome de lo mas relajadito, creo haber estado con resaca, pero nada, fue como un temblorcillo mas.
Pero en cambio esta me tomo por sorpresa 3:30 de la madrugada, adormitaba, de lo mas placidamente, cuando un estruendo lleno todos y cada uno de los espacios; no pensé en nada, fue instintivo, desperté rápidamente a mi esposita y tome en mis brazos al ser mas importante en esta vida, salí corriendo como alma que lleva el viento, y una vez que todo había pasado, recién pude tomar conciencia sobre mi persona, sentí poco a poco, un poco de frio en mis piernas, sentí los pies mojados, sentí temblor en el cuerpo, sentí impotencia en el alma, sentía el aliento de mi hijo y de mi esposa, gire la cabeza para todos lados y sentí que todo había pasado.
Mire a mi hijo que aun adormitado preguntaba que había pasado, mire a mi esposa que aun con el rostro asustado, me preguntaba si todo había terminado, luego mire mi cuerpo y me di cuenta que por ser verano se encontraba casi desnudo, fue entonces que decidí ingresar a la casa y buscar zapatos para todos y pantalón para mi.

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